Como mi costillo tiene, desde la aparición de su enfermedad , una tremenda alergia al arroz, y como el arroz, el buen arroz sobre todo, deja un olor delicioso en casa, y no es cosa, de habiéndole gustado tanto a el,ponerle los dientes largos yo, frente a ese rico plato y con la casa aromatizada... nuestra arrocera es algo que estaba arrumbado en el rebost.
Más aun porque nuestra vieja arrocera eléctrica, tiene el bol de sepausté que metal con pinta de aluminio , y no me servia para el primer uso no gastronómico que le había pensado: jabón en caliente.
Mi arrocera es antigua,tiene más de 10 años...y es mas simple que el mecanismo de un chupete. Una tecla para poner en marcha, que, una vez se ha consumido el agua (y por tanto empieza a subir la temperatura,por encima de 100º) salta , y mantiene caliente. Nada más
Esos 100º no me servían para hacer nada, demasiada temperatura para mis propósitos yerbiles...pero con un pequeño añadido, mi arrocera sirve para realizar oleatos en caliente, a temperatura controlada, de cantidades medias (suelo poner 500-1000ml de oleato)
Nada de semanas de espera, en unas horitas listo!
Esto es francamente interesante cuando decidamos utilizar planta fresca, porque, si bien no llegaremos a destruir activos, extraeremos en un tiempo mucho más reducido de lo habitual, lo que reducirá el riesgo de fermentaciones
El añadido en cuestión no es más que un potenciómetro..este cacharrito que, puesto en el enchufe que sea de casa y , enchufando a el una lámpara, reduce la intensidad de luz...y que también era un cacharrito que tenia en desuso
Mi potenciómetro, a nivel 2 (segundo puntito) me permite realizar oleatos a 37,5-40º, que es una temperatura que favorece la extracción , pero que no destruye activos. En unas 4 horas, hace unos oleatos magníficos.Podria subir hasta el nivel 3 (me da unos 55º) pero quedan bastante bien asi
Por supuesto, cuanto más generosos seamos en el rapport planta: solvente, mejor, mas concentrado y más aromático va a ser nuestro oleato
Aquí, realizando uno de mis oleatos preferidos, de manzanilla en girasol, que será el aceite base para algunas de las recetas anticrisis de una próxima entrada.
